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José Antonio Cavero

El incremento de operaciones de fusión y adquisición de empresas, la resolución de conflictos entre socios, la valoración de herencias familiares o las salidas a bolsa de las entidades han llevado a la implementación de la gestión basada en el valor. De la mano del profesor responsable de la asignatura Análisis de los Estados Financieros, Costes y Presupuestación del Máster en Contabilidad y Finanzas Avanzadas de la UMH, José Antonio Cavero, profundizamos en el papel estratégico que juega la elaboración de un presupuesto, los motivos que llevan a valorar una empresa y demás conceptos que se desarrollan en la materia.
¿Qué es un estado financiero?

Un estado financiero es un documento contable de síntesis que se elabora con periodicidad anual. Los estados financieros son el balance de situación, la cuenta de pérdidas y ganancias, el estado de cambios en el patrimonio neto, el estado de flujos de efectivo y la memoria. Estos estados financieros constituyen las cuentas anuales que se depositan en el Registro Mercantil para que cualquier tercero interesado en la empresa pueda disponer de ellas. A través de su análisis, se determinará la salud económica, financiera y patrimonial de la empresa, sirviendo de base para tomar decisiones de inversión, financiación, comerciales o laborales. De esta forma, se dispondrá de información para la toma de decisiones.

¿Qué peso tiene un presupuesto en la planificación de una empresa?

El presupuesto supone la cuantificación en términos físicos y monetarios de las decisiones de planificación, a corto plazo, que permitan alcanzar los objetivos de la empresa. Los presupuestos suministrarán información a los gerentes de la organización para conocer a priori cual será su situación prevista en el futuro. Sirve de control, ya que permitirá detectar problemas antes de que sucedan y poder solucionarlos.

Además, una vez aprobado, será el punto de referencia para compararlo con lo realizado durante el período presupuestado. La comparación entre los recursos consumidos y los estimados, en su vertiente física y monetaria, permitirá obtener las desviaciones surgidas entre ambas. En consecuencia, servirá de instrumento de control a posteriori, es decir, permitirá detectar problemas después de que hayan sucedido y corregirlos.

El valor es un concepto económico, subjetivo y abstracto, no es único, depende de la situación personal y particular de los individuos

¿Cuáles son las diferencias entre valor, precio y valoración de una empresa?

De acuerdo con el profesor Gregorio Labatut, valor y precio son dos conceptos que tienen a confundirse. Según el poeta Antonio Machado “sólo los necios confunden valor y precio”. También el cantautor Joan Manuel Serrat en su canción “Soneto a mamá” nos dice “supe que lo sencillo no es lo necio, que no hay que confundir valor y precio…”.

El valor es un concepto económico, subjetivo y abstracto, no es único, y depende de la situación personal y particular de los individuos. Hace referencia a la apreciación por parte de las personas de las cualidades de los objetos o cosas, por lo que es un concepto individual, particular y relativo de cada individuo, y debe referirse a un momento determinado del tiempo, esto es, el valor de hoy no sirve para mañana. La valoración estará condicionada por la utilidad que le reporta a cada individuo y el coste que le supone. Tal y como definen los profesores Alfonso Rojo y Dominga García “El valor es el grado de utilidad de las cosas para proporcionar bienestar o deleite o para satisfacer necesidades”.

El precio es el importe monetario de una transacción y depende únicamente de las condiciones de mercado. Es un importe de equilibrio en función de la oferta y demanda del bien en cuestión, en un momento dado. Por tanto, el precio es un valor objetivo, real y concreto.

La valoración de una empresa se basa en los procedimientos y técnicas que suponen determinar el valor razonable de los elementos patrimoniales de una empresa. Es decir, es la estimación subjetiva a valor de mercado de los bienes y derechos que posee la empresa, así como las obligaciones contraídas con terceros. También influirán en la valoración aspectos como las perspectivas de actividad de la empresa, su situación en el mercado o su clientela.

¿Para qué se valora una empresa?

Entre los motivos más destacables, podemos señalar los siguientes: fijar el precio de una transacción en operaciones de fusión, absorción, escisión o liquidación, salida de empresas a bolsa y privatizaciones, herencias y testamentos, separación de socios, procesos concursales, concesión de financiación y decisiones de inversión.